El Abuso sexual es un tipo de actividad o contacto sexual en el que no das tu consentimiento.  No se trata solo de violencia, sino de que al momento de realizar la actividad sexual, el consentimiento de una de las partes esté viciado.

           Venezuela se ha inundado de opiniones y comentarios sobre las denuncias hechas por mujeres que se sienten víctimas de acercamientos sexuales abusivos.

           Aunque algunos supuestos victimarios han asumido públicamente los hechos, surge una importante duda: ¿son realmente delictivos?

           Es importante mencionar que cuando hablamos de supuestos victimarios y supuestas víctimas es porque, quienes no formamos parte de los hechos, no podemos aseverar que alguien es culpable de un delito sin que se haya investigado y determinado la culpabilidad en un debido proceso judicial.

           La LOPNNA dispone que todo acto sexual con niños y niñas menores de 12 años es violación, ya que no se les reconoce la capacidad de prestar consentimiento sexual.

           Por otro lado, toda relación sexual NO CONSENTIDA con personas mayores de 12 años y menores de 18 es delito de violación, sin necesidad de que haya habido violencia física.

           Lo determinante para la existencia del delito por parte de la pareja sexual es que la víctima en estos casos no haya prestado su consentimiento al contacto sexual. Pero ¿tiene un adolescente de 15 años discernimiento suficiente para consentir en su propia sexualidad?

           El legislador venezolano dice que sí. Toda persona mayor de 12 años y menor de 18 puede consentir tener una relación sexual con personas de cualquier edad superior a 12 años. Pero, ¿Qué pasa cuando hay relaciones de poder? ¿Qué sucede si existen engaños o manipulaciones? ¿Y si la persona que no quería se condujo como si, en efecto, sí lo quería?

           La realidad es siempre más compleja que el derecho. Por ello es preciso revisar cada caso con prudencia para que no existan revictimizaciones o atropellos.

           La información contenida en esta publicación no persigue suministrar asesoría legal. Los lectores no deben actuar sobre la base de esta información, sin obtener previamente asesoría legal estratégica y personalizada.