La palabra estrategia está originalmente asociada al mundo bélico, proviene de términos en latín que significan ejército y guía, que luego devinieron en el término griego que significa arte de dirigir.

  Hoy en día estrategia se define como serie de acciones muy meditadas, encaminadas hacia un fin determinado. En el entorno legal la estrategia es necesaria en más aspectos de los que pudiéramos llegar a imaginar, desde las gestiones más simples hasta las negociaciones más complejas son más efectivas cuando las ejecutamos considerando la estrategia como elemento guía hacia el logro de los objetivos.

El proceso analítico que hacemos para poder aplicar la estrategia en nuestra forma de trabajar se nutre con dos aspectos fundamentales: los objetivos de nuestros clientes y toda la información que los mismos clientes pueden suministrar tanto de sus intereses como de sus contrapartes o socios.

Cuanto más aporte haga el cliente más se abre el abanico de alternativas que se puede tener para solucionar un caso, quizá el cliente no las vea, no obstante, en esas conversaciones y con esa recaudación de información nosotros hallaremos mil oportunidades para alcanzar los objetivos y también para ayudar al mismo cliente a identificar sus objetivos con claridad.

La única forma de que el equipo cliente-abogado pueda alinearse y ser estratégico es a través de la confianza.

Por eso es esencial que el cliente confíe en su abogado, que pueda ser crudamente transparente en cuanto a su situación, sus propósitos e intereses, pues nuestra labor como profesionales del derecho no es juzgar a nuestros clientes sino defenderlos.

Cuando un abogado siente que no puede velar por los intereses de su cliente, por cualquier razón ética, ese abogado debe apartarse del caso o defensa, pues esta situación naturalmente impedirá que haga su trabajo con la diligencia debida que merece cada cliente.

            La información contenida en esta publicación no persigue suministrar asesoría legal. Los lectores no deben actuar sobre la base de esta información, sin obtener previamente asesoría legal estratégica y personalizada.